Seguro que estás más que harto de tener todos los zapatos por el suelo. Si eres persona de tener mucho calzado, ¿nunca te has planteado ponerte a mirar zapateros? Si mucha gente tiene este tipo de mueble será por algo, ¿no crees?
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Un mueble que encaja en muchos espacios
Igual no te has planteado comprarte nunca un zapatero porque crees que en el dormitorio no tienes apenas espacio para tener uno. No obstante, ¿sabías que el zapatero no tiene porque ir en el dormitorio?
No, no te estamos engañando. De hecho, en la cultura oriental el zapatero suele estar en el recibidor, y se cambian de calzado nada más llegar a casa. Aquí en occidente algunos optan por esta idea, o bien acaban poniéndolo en una esquina del pasillo, en donde puede hacer bonito.
¿No se te había ocurrido? Así podrás cambiarte de calzado en el momento que te vayas a ir o bien nada más regresar a casa del trabajo y no seguir sintiendo molestias en los pies según vas yendo para la habitación.
¿Trampón o puerta abatible?
Toca decidir si quieres un zapatero con trampón o de puerta abatible. ¿La diferencia? En realidad no mucha, salvo por la forma en la que se abre cada espacio del zapatero.
Los trampones son perfectos para aquellas personas que no tienen mucho calzado, o que suelen usar zapatos y zapatillas, ya que no suelen ser suficientemente grandes para las botas. En cambio, los zapateros de puertas abatibles tienen mayor tamaño, y capacidad para zapatos.
Es más, algunos zapateros cuentan con un interior tan organizado, que cuentan con baldas para botas, zapatillas y zapatos… todo perfectamente dividido para que no pierdas tiempo teniendo que pensar como pones tus cosas. ¡Y hasta hay algunos zapateros que tienen espejo para que veas que tal te queda el calzado! ¿Se podría pedir algo más?